jueves, 4 de diciembre de 2014

Una palabra puede echar a perder tu día...

Una palabra para echar a perder el día

Hay días en que sale el sol, no hay tránsito en la calle, la gente te sonríe y hasta te ceden el asiento en el camión. Todo parece estar a tu favor. Te sientes invencible. Tu nombre es Elmer Homero y nadie puede derrotarte.

Pero de pronto te aplican algunos fraseos que rompen con el encanto de tu día y se te escapa el buen humor. Se te van las esperanzas, y lloras como gordito en caminadora.

Estas son las frases que pueden arruinar tu día.

“No eres tú, soy yo”

Como cubetazo de agua fría, mano. Así se siente que te apliquen el cliché de los clichés. Sobre todo porque siempre significa que el problema eres tú y tú y solamente tú.

“Otro gasolinazo”

"¡Justo lo que necesitábamos!" - Nadie, nunca. Excepto algunos funcionarios públicos. Ustedes saben quiénes son.

“Suben las tarifas del transporte público”

En plenas vacaciones nos llegó la noticia. Es el equivalente político a terminar con tu pareja por SMS. La neta.

“Estás despedido”

¡Boom! Cuando escuchas esto ves pasar tu vida frente a tus ojos. Empiezas a hilar memorias y pues, nada. Lloras, no hay más.

“Te quiero… como amigo”

Dicen que la tierra es de quien la trabaja, esto no aplica pa' las mujeres. Después de meses y meses de andar sobres tras la chica de tus sueños. Te mira a los ojos, acaricia tu mano. Se acerca a tu oído y te la suelta todita. Está científicamente comprobado que escuchar esto es igual de doloroso que  recibir una patada en la entrepierna.

“Hay protesta, otra vez”

Es padrísimo salir de tu casa rumbo a la chamba y que en plena Av. Reforma los carros estén más inertes que la carrera musical de Mijares porque hay marcha otra vez. Obvio no.


“Tenemos que hablar”

Corres, vuelas, te aceleras y preparas tus maletas para huir de la situación. El 90% de las ocasiones que te dicen esto, quiere decir que te mandarán lejos, lejos. Allá por donde el sol no brilla.

“Su tarjeta no pasa”

Oso que estás con tu loba, goe. La llevaste a un restaurante súper nice, ¿ya sabes? Te llega la cuenta y es mucho más de lo que traes en la cartera, te quieres ver súper acá. Sacas tu tarjeta de crédito eidición especial con el diseño del Club América. La entregas al mesero, sólo para recibir una sonrisa que anuncia: "Su tarjeta no pasa, caballero".

Adiós loba, reputación, autoestima y dinero.

“Su llamada será transferida a buzón”

Estás súper contento porque ayer en el bar le sacaste el teléfono a la mujer de tus sueños. Tienes el número apuntado en tu celular. Ya no te aguantas y quieres invitarla a salir para darle 10 razones para que sea tu novia. Marcas el número, pegas el celular a tu oreja y escuchas esta frase. Ocurre el fenómeno conocido como "la muerte chiquita".

“Se compraaaaan colchones, lavadooooooras…”

La melodía levanta borrachos-arruina cruda más molesta de la historia. Por lo general, esta dulce voz  nos despierta los fines de semana en las mañanas más difíciles.

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